La jícama es un tubérculo rico en minerales, principalmente potasio, calcio y magnesio, así como en vitamina C y algunas otras del complejo B.
Además, contiene inulina, un tipo de fibra o prebiótico que promueve el crecimiento de bacterias benéficas para el sistema digestivo, entre otras funciones. Tiene una gran proporción de agua y muy pocas calorías (40 kcal en 100 gramos).
Es importante lavar la cáscara antes de pelarla y no contaminar la pulpa.
Las jícamas más grandes tienen una textura más gruesa y su ligero sabor dulce será menor. Es una excelente opción de botana saludable, con limón y chile, o como se desee.